El Athletic es muy rico en alternativas
Se presume que el Athletic llega preparado a la batalla del Vicente Calderón. Se está mostrando como un equipo sólido, con las ideas muy claras. Lo suyo es jugar en largo hacia Aduriz y Raúl García si el rival le aprieta en la salida de balón. Si se enfrenta a un repliegue intensivo, busca el orden a través de Beñat, que estará ayudado por Iturraspe, para lanzar a sus bandas en busca del centro al área hacia su enorme ariete. Raúl García, que ha diseccionado a la perfección al Atlético junto a Valverde, es quien hace de puente entre una línea y otra, y aprovecha los espacios que deja Aduriz en sus arrastres. Los leones viven de presionar muy arriba, aunque saben que Godín y compañía se quitan el balón sin riesgo y en largo. La idea es apretar líneas y lanzar a Williams al galope.
El Athletic desatasca un sinfín de partidos gracias al balón parado. Tiene a Beñat al saque y diferentes variantes: bloqueos para Aduriz, toques hacia Etxeita y Laporte para una segunda jugada, y peinadas con Raúl García. Sin embargo, el Atlético es tan bueno o mejor en esa faceta. No descarten que los leones se apunten a un partido muy cerrado, algo que no encaja con la filosofía de Txingurri, pero que ya le funcionó en el empate sin goles del año pasado. Bien posicionados en Europa League y Copa, a los bilbaínos les queda dar el salto de calidad en la Liga. Perdieron dos oportunidades tremendas frente a Granada y Málaga. Dar un zarpazo sonoro en el Calderón les convertiría en serios candidatos a esa cuarta plaza de Champions que parece tan abierta.