Fin de fiesta en el ‘pedraplén’ de Cayo Jutías
Un ‘pedraplén’ en Cuba es una construcción hecha a base de piedras, sobre la que se construye una carretera que comunica puntos de difícil acceso por culpa del mar. Hay varios de ellos por el país y uno de ellos está en Cayo Jutías, el paradisiaco lugar donde finalizó la primera Titan Tropic. Por el ‘pedraplén’ pasaron los ciclistas para atravesar el arco de meta situado en una playa de arena fina y agua cristalina, casi salvaje y sólo ayer civilizada por la Titan. Allí no hay hoteles, sólo un merendero, donde comer algo y tomar una KuKola fresquita. Luego por la noche toca volver a algún lugar de la provincia de Pinar del Río para pernoctar. Solo viven en el Cayo las jutías, un peculiar mamífero similar a un castor, que los cubanos consideran un manjar exquisito.
Dentro del agua de Cayo Jutías celebró Diego Tamayo su trabajada victoria, bailando reggeaton cubano con su chica, Mireia, también corredora de la Titan, como si ninguno de los dos llevara 466 kilómetros en las piernas. “Estoy enamorado de Cuba”, decía el colombiano de Zaragoza, que lideró un pelotón machacado por la exigencia de la carrera. “¡Necesito una cama!”, gritaba un ciclista poco antes de quedarse dormido en el autocar conducido por Otto, un sagaz conductor cubano licenciado en Ingenieria Mecánica. Por la noche, ese ciclista tuvo su colchón. Fue después de un viaje a en el que se deshizotodo el recorrido de la Titan: Viñales, Soroa, Las Terrazas y La Habana, donde comenzó todo esto.