Es difícil escribir en unas líneas lo que Valerón es para el fútbol. Más aún con la humildad con la que él querría que lo hiciera. Hablar de Valerón es hablar de fútbol de verdad, de su esencia. Por encima de esos cuerpos atléticos que ahora son indispensables, por encima de ese despliegue físico que resulta básico hoy, emerge la figura de Valerón. Tiene una sencillez que a veces pasa desapercibida, pero además posee lo mas difícil del fútbol: la calidad. Ese don de saber elegir cómo, cuándo y con qué parte del cuerpo tocar en cada momento el balón. No necesita correr para jugar, necesita solo una pelota.

Pero si el Valerón futbolista es mágico, el Valerón persona no se queda atrás. ¡Qué digo no se queda atrás! ¡Es aún mejor! Un día escuché a nuestro amigo ‘El Jugador’, Aythami, decir que, cuando uno le conoce , no quiere que salga ya de su vida. Y es una realidad absoluta. Generoso, educado, alegre, bondadoso, leal, amigo de sus amigos, consejero... Un autentico ‘fair-play’ del deporte y de la vida. Me siento muy afortunado de haberte conocido, un auténtico placer haber disfrutado de toda tu calidad en el campo, 20 metros por detrás, pero lo que más me enorgullece es poder decir que eres mi amigo.