Una Vuelta 2016 de transición
Por el norte de oeste a este, y por el centro del litoral mediterráneo de norte a sur. Para que se hagan una idea, esa va a ser la dirección que siga la Vuelta 2016, según nos adelanta Juan Gutiérrez. No hay que esperar, pues, grandes novedades. Mucha Galicia, Asturias y Cantabria que no falten, Pirineos y luego mucha Comunidad Valenciana también. Manda quien paga, y los cambios registrados por las elecciones autonómicas y municipales propician este mapa. La Vuelta es una carrera complicada de diseñar. Hay que armonizar los intereses deportivos, que son los del espectador, con los políticos, que son los que pagan. Tenemos el ejemplo de Galicia, interesadísima últimamente en promocionarse; no falta, por tanto, en la Vuelta.
Galicia tuvo cuatro etapas en 2013, cinco en 2014, y ahora se esperan seis para 2016. Es decir, el 28,5% de las etapas que nos esperan serán en territorio gallego. Galicia ha dado un espléndido juego a la Vuelta con sus rías, con sus cunetas abarrotadas de público, con Ézaro... Se ha ganado el derecho a repetir, mas quince etapas en tres años son demasiadas. Como después vienen Asturias y Cantabria, cuyas cumbres no faltan a la Vuelta desde 2009, se va a echar en falta variedad en esta próxima edición. Y ya estaremos a punto de entrar en la tercera y última semana. Falta conocer detalles del recorrido, mas deja la impresión de que va a ser un año de transición, sin sorpresas. La Vuelta nos tenía mal acostumbrados.