La Liga de los Emoticonos
El gol de Santi Mina bloqueó el Twitter de Piqué y sus famosos emoticonos guasones. La risa va por barrios y después de una semana durísima para el madridismo militante, el partido de Mestalla aparece como un punto de inflexión. El esperpento de Cádiz no se olvida, pero lo que no admite la afición es el choteo al otro lado del puente aéreo. Esto es como si tu hijo llega a casa con un suspenso en Matemáticas y Lengua. La bronca es tremenda, pero todo queda en familia. Eso sí, si el vecino del segundo (en el caso del Barça, ese siempre será su piso) asoma burlándose, entonces nos unimos todos como una roca para ponerle en su sitio.
Además, ellos tienen mucho que callar. El Madrid va a quedar eliminado por una negligencia sin mala fe (Benítez no alineó a Cheryshev como arma secreta para ganar al Cádiz), mientras que hace tres lustros el Barça se presentó a propósito con sólo 10 jugadores en una semifinal de Copa y aún estamos esperando que cumplan el año de sanción que le impuso (para la galería) la Federación.
Volvamos a Mestalla. El árbitro Latre (no confundir con el genial humorista) echó al Barça el habitual flotador de los últimos años. Penalti a Piqué no señalado, roja a Luis Suárez perdonada y gol concedido al uruguayo en fuera de juego. Un puntito de regalo para los de Luis Enrique. Sin embargo, al Madrid le quitaron los chicos de Sánchez Arminio dos puntos en Gijón (penalti no señalado a Cristiano) y otros dos ante el Málaga (gol mal anulado a Isco). Eso sí, como diría Simeone, “esta Liga está peligrosamente preparada a favor del Real Madrid”. Al Cholo no le he escuchado quejarse por el arbitraje de Valencia, que ha perjudicado a su equipo (ahora estaría el Atleti a sólo un punto de los culés). Tampoco he visto a Piqué sacar a paseo sus traviesos bichitos virales. ¿Y si al final ganase el Madrid esta Liga de los Emoticonos? Lo que nos íbamos a reír…