Las Guerreras vuelven a la acción. Cada vez que nuestras selecciones femeninas disputan un campeonato merecen toda la atención. Y no suelen defraudar. La de waterpolo ha sido campeona del Mundo y de Europa, además de subcampeona olímpica; la de baloncesto, campeona de Europa y subcampeona del Mundo; la de hockey hierba, campeona olímpica y subcampeona de Europa; la de hockey patines, campeona del Mundo y de Europa; la de fútbol sala, subcampeonas del Mundo. Ahora le vuelve a tocar el turno a la de balonmano, cuyas jugadoras son conocidas como las Guerreras, y no tienen mal historial: subcampeonas de Europa en 2008 y 2014, y bronce en el Mundial de 2011 y en los Juegos Olímpicos de 2012.

En juego está el Mundial 2015 y, de paso, la clasificación olímpica. Primero hay que superar la primera fase, que está al alcance pues a dieciseisavos de final pasan cuatro equipos. Los rivales que esperan son Noruega, Rusia, Rumania, Puerto Rico y Kazajistán. Superior sólo se puede considerar a Noruega, con quien perdimos la final del último Europeo, pero el partido no fue precisamente un paseo para las nórdicas. Por ello, las Guerreras tienen el derecho a competir con el listón puesto en lo más alto. No han recibido este apodo para darse por vencidas de antemano. Es más, el seleccionador, Jorge Dueñas, dijo en la despedida del equipo: “Vamos a por todas, vamos a por el Mundial”. Pues no van a estar solas.