Un Benítez serio y dolido
Entre tópico y tópico, Benítez aprovechó la rueda de prensa en Lviv para negar el mal rollo con la plantilla. Y de paso, mostrar su amargura por la crítica que no le ha dado respiro ni cuando estaba invicto. Debería saber que eso va con el cargo de entrenador del Madrid. Del mismo modo, no será la primera ni la última vez que determinados jugadores no se llevan bien con un técnico. Es más viejo que el propio fútbol. La decepción llegó cuando eludió debatir sobre los errores cometidos frente al Barça. Una cosa son las explicaciones que se han dado a la cara jugadores y entrenador, y otra hacer públicos algunos de los fallos cometidos. Esquivó la pregunta sobre la ausencia de Casemiro y también sobre el desfondamiento físico de la plantilla en los tres últimos partidos (PSG, Sevilla y Barça). Por primera vez vimos que a Rafa se le ha borrado esa sonrisa, entre inocente y nerviosa, con la que aparecía ante la Prensa.
Tampoco está el patio para bromas. Pero sí es verdad que asomó la cara que todos tenemos cuando nos sentimos acorralados. Cabreado y sin poder decirlo. Gesto serio, mirada perdida y calculando más que nunca lo que estaba respondiendo. Por su trayectoria, sabemos que no va a entrar nunca en el cuerpo a cuerpo con la prensa, que no elevará el tono de voz. Es lo mismo que hizo en la charla con los jugadores. Me cuentan que de bronca, nada de nada. Simplemente compartió los errores garrafales que se cometieron, empezando por él mismo...