Unos Premios reales descuidados

A la entrega de los Premios Nacionales del Deporte faltó la reina del acto: Carolina Marín. La jugadora número uno del bádminton mundial se encontraba defendiendo su posición en la gira asiática con la que finaliza la temporada: Superseries de China y de Hong Kong, para acabar el próximo mes en Dubai. Tenía que recoger el Premio Reina Letizia a la mejor deportista, y no pudo. La Casa Real pone la fecha cuando le viene bien a los Reyes, no a los premiados. Ya sucedió el año pasado con Mireia Belmonte, quien se encontraba compitiendo en los Mundiales de piscina corta el día que se entregaban los Premios. Ni a la Federación de Bádminton ni al padre de Carolina les preguntó alguien por los compromisos deportivos de la jugadora.

Luego la Casa Real trasladará a Carolina una invitación para que acuda una noche a cenar con los Reyes, lo cual estará muy bien, pero el feo ya está hecho, con el agravante de reincidencia, dado lo de Mireia hace un año. Carolina, por cierto, fue premiada como campeona del mundo, pero no de este año, sino del pasado. Esa es otra. Los Premios, concedidos en julio, se entregan en noviembre, a punto de acabar el año. Por eso también estuvo entre los galardonados Marc Márquez, y se da la paradoja de que recibe el Premio Rey Felipe al mejor deportista como campeón de MotoGP cuando desde hace diez días el campeón es Jorge Lorenzo. Pero uno lo es de 2014 y otro es el vigente, y como los Premios van con un año de retraso...