Iker se ve con fuerzas hasta Rusia

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es un confeso madridista. En calidad de su cargo le entregó a Iker Casillas la Gran Cruz de la Real Orden de Mérito Deportivo, imagino que no por eso su acto habrá sido calificado de alta traición al madridismo por los guardianes de la fe blanca. Casillas estuvo humilde en la recepción de este ilustre premio aunque dejó bien claro que le quedan dos años en el fútbol, en su club y en la Selección, lo que significa que se ve con fuerzas para llegar no sólo a la Eurocopa de Francia sino también al Mundial de Rusia en 2018, año de su final de contrato en el Oporto si cumple el dos más uno que tiene firmado.

Casillas quiere llegar al Mundial aún cuando sabe que hay mucha gente que está harta de verle, tal y como le sucede a gran parte de nuestros mejores deportistas cuando prolongan su éxito en el tiempo. El ahora portero del Oporto habló de sus dos años de fútbol justo en la víspera de otra concentración con la Selección donde tiene ahora la dura competencia con De Gea, que firmó una gran actuación en el partido de Ucrania. Desde la presencia de Víctor Valdés no se había abierto debate en la portería. Acostumbrado a convivir con todo ello nada parece amilanar a Casillas, ni los debates, ni el tiempo, ni el incesante ruido de sus detractores.