El incomprensible ataque de Rossi contra Márquez
Dejemos al margen lo evidente: que Rossi es un grandísimo piloto, puede que el mejor de la historia, y un maestro en la guerra psicológica es algo sabido por cualquier aficionado. Precisamente por eso me resultan incomprensibles sus declaraciones sobre Márquez en la rueda de prensa previa al GP de Malaisia. Carecen de sentido alguno, no se ajustan a lo que ocurrió la pasada semana en Australia y, además, el efecto que pretende provocar con ellas se escapa al entendimiento general, imagino que al menos él sabrá cuál es el objetivo que persigue. Atacar al ilerdense diciendo que Marc está enfadado con él, que fue poco deportivo, que prefiere que gane Lorenzo y que le ha decepcionado sólo puede volverse en contra de sus propios intereses. Supongo que no pretendería contar con la ayuda de un rival de Honda, pero con esta batería de acusaciones lo único que puede conseguir es situarle incluso más la dirección opuesta.
Si las maniobras y estrategias de Valentino son habitualmente geniales (ha conseguido sacar de quicio a muchos), creo que está vez ha errado de forma garrafal en el planteamiento. No puede esperar que Márquez o Pedrosa dejen de aspirar a las victorias, como tampoco lo harán los pilotos de Ducati, quedándose al margen para no influir en la lucha por el título. Los aliados no existen fuera de la propia marca y en su caso tiene la desgracia de que su cualificado contrincante es, además, su compañero de box. Mala suerte. Por eso ya digo que no entiendo qué pretende cargando de ese modo contra el todavía campeón vigente, que estaba en otra guerra (la de intentar enderezar con triunfos un año muy diferente al que esperaba) y ahora se ve en primera línea de fuego. Márquez tampoco es de los que se amedrentan, así que no me extrañaría que esta vez el tiro le salga a Rossi por la culata.