N ada más acabar el partido de ida jugado en Majadahonda, Lola Romero no paraba de decir a quien le quisiera escuchar que el Atlético Féminas pensaba en la remontada y que nadie diera por vencidas a sus chicas. La presidenta rojiblanca había vivido su noche más importante en los años que está al frente de la entidad madrileña. Pero aquello se quedó pequeño con lo que vivieron las jugadoras del Atlético en Moscú. Lola pilló un atasco en el camino hacia el estadio y vio metida en un taxi, por internet, buena parte del encuentro de ayer. Llegó media hora tarde al partido y emocionada vio por la tele cómo sus niñas marcaron el primer gol pronto y de esta manera el sueño de la remontaba empezaba a ser más que posible.
El Féminas pasó y lo hizo jugando bien al fútbol, creando muchas ocasiones... Lo hizo casi al final, con emoción, muy al estilo del Atleti. A la misma hora que el equipo rojiblanco jugaba, mi niña Marina, de 12 años, tenía entrenamiento con el Nuevo Boadilla, donde una quincena de chavalas son felices y se preparan para la competición oficial. A ella la puedes quitar lo que sea, menos jugar al fútbol. Lo mismo que a sus compañeras. Por eso la gesta del Atlético es importante. Nada más darla la noticia me mandó en un whatsapp el himno del Atleti. El triunfo de las rojiblancas es una noticia genial para el fútbol femenino en general. Las niñas sueñan con sus ídolos masculinos, pero cada vez ganan más peso las jugadoras. Enhorabuena y gracias chicas.