Toro Rosso está en deuda con Carlos Sainz

Carlos Sainz suma una docena de puntos después de quince carreras en su primera temporada de Fórmula 1; su compañero, otro debutante como Max Verstappen, atesora nada menos que 32. Las matemáticas no mienten pero es obvio que sí pueden maquillar la realidad, porque tal diferencia no se corresponde con lo que se ha visto en la pista. El holandés, sin duda alguna, es uno de los talentos más deslumbrantes que han llegado a este deporte en los últimos tiempos, Red Bull acertó de pleno (cosa que yo dudaba) cuando decidió ponerle al volante de uno de los Toro Rosso siendo tan joven e inexperto. Sin embargo, los resultados del español han estado penalizados por la fragilidad manifiesta de su coche, que ha sufrido con una crudeza inexplicable. El ejemplo más reciente, ya saben, este mismo domingo cuando le fallaron de nuevo los frenos en Rusia en lo que estaba siendo su mejor carrera del año.

El futuro de los proyectos de la marca de bebidas energética en la élite del automovilismo continúa en el alero por las complicaciones que están teniendo para encontrar motores tras una casi segura ruptura con Renault. Toro Rosso podría tenerlo más fácil en virtud de un acuerdo con Ferrari (aunque parece ser que con unidades de potencia 2015), lo que supondría una excelente noticia para sus dos pilotos, porque no creo que ni siquiera se les pase por la cabeza prescindir de sus servicios. En el caso de Verstappen, por razones obvias; en el de Sainz, también. El equipo tiene con el madrileño una deuda que debe saldar, han sido los problemas del coche los que casi siempre le han impedido exhibir su verdadero potencial. En 2016 tendrá que conquistar los resultados que este año no ha podido pero nunca por su incapacidad, es lo mínimo que Carlos merece cuando la exigencia es tanta y las circunstancias han resultado adversas. Y con un motor de Maranello todo debería ser diferente para él…