La transición dulce que anunció y que pretendía realizar Del Bosque entre los tricampeones y sus herederos no la ha podido llevar a cabo el seleccionador por las lesiones. La primera dolencia fue la que padeció Thiago Alcantara, un futbolista que estaba llamado a ser el sustituto natural de Xavi Hernández tanto en el Barcelona como en la Selección. El hispanobrasileño no lo pudo ser en Can Barça porque el equipo culé prefirió venderle al Bayern de Munich. Y cuando iba a tomar el testigo en la Selección de la mano del propio Xavi en el Mundial de Brasil llegaron esas lesiones encadenadas de rodilla. Tres meses antes del Mundial Thiago había demostrado en el Calderón ante Italia que ya estaba preparado para suplir a Xavi dirigiendo la sinfonía del tiqui taca que siempre quiso mantener Del Bosque en su dulce transición. Thiago, que eligió España antes que Brasil al contrario que su hermano Rafinha, volvió ayer a la lista. Esperaba estar en la anterior y se llevó un disgusto.

Javi Martínez, llamado a ser líder y enlace en la dulce transición, aún no ha vuelto. El navarro lucha por volver a ser futbolistas tras una lesión similar a la que retiró a César, el jugador del Zaragoza que recibió una entrada de Figo. Jesé también estaba llamado a ser importante en la absoluta y su operación de rodilla retrasó su llegada. Juan Mata ahora es el enlace y Morata el líder de los chavales aspirantes a campeones junto a Thiago. Ahí siguen Silva y Busquets. Y regresa Bruno, siempre necesario, de la misma edad de los ausentes Iniesta y Torres.