Correa fue el mejor rojiblanco
Correa es el único soplo de aire fresco que tiene este Atlético. En la primera derrota de la era Simeone en el Calderón en Champions, ha quedado claro que los jugadores han perdido la fe en la manera de jugar de las pasadas temporadas. Ha dejado de ser un conjunto con una confianza ciega en sus posibilidades y ahora está lleno de dudas y zozobra. El chaval argentino fue el único que le dio sentido a la delantera, ya que Jackson volvió a pelearse contra él mismo y Griezmann estuvo en todos los sitios y en ninguno. Pero una vez más fue en el centro del campo donde radicó la penitencia rojiblanca y lo peor es que al final, el doble pivote Tiago-Gabi no fue ni siquiera cambiado. Y hasta faltó algo de osadía para enviar a Godín al ataque en los últimos minutos en busca de coger algún balón por alto, pues es el gran especialista en el juego aéreo.
Incluso la afición salió bastante desmoralizada con el fútbol de su equipo. Y llena de dudas pensando en el derbi del próximo domingo. El Atlético, salvo en los buenos partidos que sigue haciendo Correa, está por encontrarse a sí mismo desde que ha empezado la temporada. Simeone ya ha demostrado que sabe ejercer de general en los momentos de mayor angustia y ahora es cuando hay que sacar toda la artillería pesada y hacer autocrítica.