Sabino arrolló, pero no bastó
El Real Madrid ganó con lo justo en San Mamés. Benítez planeó un partido de riesgo cero en busca de los errores locales y espacios. Cazó pieza con Benzema. El Athletic estuvo encasquillado en las dos áreas. Bastó un grueso fallo: Iraizoz sacó de puerta con San José de espaldas cuando el equipo no estaba estructurado y dio pie a la enorme pifia del pivote. La losa fue tremenda y a los leones les costó muchísimo levantarse.
El coraje de Laporte, que mandó el pelotón a un Sabino que arrolló a Keylor, metió a los de Valverde en el clásico, pero se salieron de inmediato del mismo al vaciar la zona de un Isco al que no se recomienda dejar pensar. Con Aduriz extrañamente encasquillado toda la noche, los leones no pudieron quitarse de encima a un Madrid a la italiana, centrado en defender como un tesoro una victoria que bien pudo ser un empate. Txingurri perdió así su buena racha blanca ante un Benítez que disfrutó.