De discutido en Bilbao, a coreado
No lo ha tenido fácil San José en el Athletic. En edad juvenil, decidió dejar Lezama cuando era una gran promesa para firmar por el filial del Liverpool, donde acabaría realizando la pretemporada precisamente con Rafa Benítez, que daría luz verde después a su regreso a Bilbao. Llegó como central con gran salida de balón, pero era dubitativo y lento a la espalda. Flojito para Caparrós. Bielsa le dio más aire, empezó a coger confianza y a asomarse por el medio campo, donde está mucho más cómodo. Técnicamente es muy bueno: sus golpeos de cabeza y con ambas piernas son de lujo. Pregunten a Ter Stegen.
La muerte de su padre cuando levantaba cabeza le endureció. Más que los reproches de la grada por blando. El nuevo San Mamés trajo otra química. Hizo el primer gol rojiblanco del campo y otros trece. Se le corea antes de cada córner como a Goiko. Unos chavales de Laudio le homenajearon creando una careta enorme. El Sanjoburuz (San José, de cabeza) es un icono. Todos quieren fotos con él. Hasta el propio internacional.