Llega un nuevo caso Bosman

Santi Giménez
Nació en Barcelona en 1968. Estudió Ciencias de la Información y Filosofía. En 1988 entró a trabajar en la revista Barcelona Olímpica, en 1990 en el diario Las Noticias. Tras cerrar ambos medios se incorporó al Diario de Barcelona en 1990, que no cerró hasta 1994. En 1994 entró en SPORT. Se incorporó al Diario AS en 2010, donde es Subdirector.
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Tenía que pasar. Imagínese usted que es un alto directivo de una multinacional americana y que su hijo de once años juega de cine a fútbol. Uno de los mejores equipos del mundo, en este caso el Barcelona, pero podría ser cualquier otro, llega y le hace una oferta. Usted se lo piensa, viaja a la ciudad y ve que las instalaciones, los profesores y el ambiente en el que crecerá su hijo son inmejorables. Habla con su empresa, que por esas cosas de la modernidad, le mantiene el puesto y la función, aunque su centro de trabajo se desplace a miles de kilómetros. Hace las maletas con toda la familia y se cambia de domicilio, de país y de entorno. Y resulta que se adapta. Que sigue trabajando en lo que le gusta, que su hijo pequeño juega con los mejores, cuidan de su educación y conoce otra cultura. Además, su hijo mayor se matricula en la Universidad en Barcelona y que todo parece ir bien... hasta que la FIFA le dice que su hijo no puede jugar en el Barça. El niño pasa a entrenarse, pero ya no juega. Le han retirado la ficha.

Si estudiara piano, su hijo podría vivir en Viena; si nadara, podría educarse en Australia; si quisiera ser bailarín viviría en Londres... pero si juega al fútbol, la cosa es diferente. Ante esta situación, el ejecutivo Danny Lederman, que ha dejado a su hijo mayor en Barcelona y ha acompañado al pequeño a Florida, donde no hay problema para jugar aunque seas de California, pero no va a dejar las cosas así. La FIFA se enfrenta a un segundo Caso Bosman. El Caso Lederman dará que hablar.

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