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Un equipo que sabe responder

Ganar sobrado también es ganar. España, otra vez campeón de Europa. El equipo con el de largo mejor jugador del torneo y el colectivo que mejor respondió y reaccionó en la pista ante todo tipo de situaciones baloncestísticas y anímicas. Tres títulos continentales en los últimos cuatro Europeos, con Pau Gasol, Felipe Reyes, Rudy Fernández, Sergio Llull, Víctor Claver y el seleccionador Sergio Scariolo como denominadores comunes. Puestos a escarbar, hay que incluir en el dimanante colectivo al preparador físico Nacho Coque, presente en los dos títulos anteriores y ausente en 2013 y 2014. España, campeona tras una final que resultó el partido más tranquilo en dos semanas, desde Turquía. Viendo ayer a Llull y a Rudy (hasta el bloqueo de Jankunas) parecía que con dos o tres partidos más, España hubiera seguido mejorando. Qué gran noche la de anoche para que, como dice Joaquín Sabina, tocaran los ojos, miraran las bocas y gritaran los dedos.

El mejor entre mejores. Seguir asombrándose con Gasol o elogiándolo ya no es pos ni moderno, no penaliza como reiterativo y a este nivel pudiera provocar síndrome de Stendhal. No hay más que ver la veneración de compañeros y rivales en cuanto acabó la final. Ayer dio otra exhibición mientras minimizó a Valanciunas, el supuestamente segundo mejor pívot del Eurobasket. Sus rivales salieron de la pista como desechos de una fiesta infantil.

El base más determinante. Revisando los últimos cuartos frente a Polonia, Grecia y Francia, vemos que los momentos desencadenantes de esos triunfos refuerzan a Sergio Rodríguez y Felipe Reyes, con presencia constante en esos parciales determinantes. En esos partidos Sergio Rodríguez acumula un +36 de parcial con él en pista. Ayer salió a la pista con cinco asistencias en una bolsa a modo de bandolera. No tardó más de 9 minutos en repartirlas. La evolución de Sergio ha logrado mantener el hervor de su talento mientras sirve y atiende al equipo como un señor con barba. Sergio es de los que en vías de tres carriles va por la derecha para desahogar tráfico, aunque vaya más despacio. Y si adelanta por la derecha lo hace para darle sentido al que va por el carril del medio sin adelantar a nadie.