Se redondeó el desastre
Apreté... y al suelo. Hola a tod@s. Podría ponerme en plan pesimista y pensar que mucha suerte no tengo, pero en vez de eso voy a empezar en positivo. Sí, en Silverstone me caí y este domingo en Misano no pude terminar la carrera (¡no os imagináis lo rara que fue desde dentro!), pero en los dos fines de semana sacamos cosas positivas y notamos que hemos dado un paso hacia delante. Todo desde los cambios que hicimos en la moto en Brno. En Inglaterra salía quinto y tenía un buen ritmo, y aquí estuve siempre entre los seis primeros, también con un muy buen paso de carrera. Aunque en los momentos importantes las cosas no salieron muy bien… Antes de la Q2, en el último libre, tuvimos un problema en una de las dos motos; entré en el box, le echaron un ojo y se vio que no se iba a poder utilizar más hasta revisarla bien. Esto va así, las MotoGP son muy complejas y no siempre las soluciones son inmediatas. Y lo pagué en el oficial. Pasó lo que no tenía que pasar, en parte por mi culpa. Apreté más de la cuenta en la segunda vuelta lanzada, en vez de esperar a la segunda salida en la que tenía el neumático duro delantero que me quedaba y que era el que más me gustaba. Cuando empecé a notar que me caía el suelo pensé: ‘¡Qué caída más tonta!’. De esas veces en las que lo ves todo a cámara lenta. Como no había sido muy dura fui corriendo a por la moto, vi que no estaba muy dañada y rápidamente intenté arrancarla… ¡pero era imposible! No sabéis la frustración que se siente, vuelves al box con cara de tonto y te sientas en tu silla a ver cómo todo el mundo empieza a adelantarte en la clasificación. En fin, P12 y el domingo a remontar.
El motor dijo ‘basta’. En el warm up las cosas continuaron por una buena línea, terminé quinto, con un buen ritmo y la sensación de que si me aplicaba en la salida y en las primeras vueltas podía salir una buena carrera. Aunque apareció un factor que ninguno esperábamos… ¡otra vez no! ¡La lluvia! Poca al principio, pero lo justo como para que ya desde el inicio no fuese una carrera normal. Bueno, no os voy a contar qué sentí dentro de la pista porque daría para un libro. ¡Qué estrés! El primer cambio de moto fue bien. Con los slicks y la pista húmeda había conseguido cazar al grupo del cuarto, pero luego todo va dependiendo de cuándo entres y salgas. Esa parte la hice bien y en mojado me sentía a gusto, con buenas sensaciones… o eso creía. Para que entendáis el caos que viví: en un momento dado adelanté a Iannone, con facilidad, así que sabiendo que Andrea es un piloto rápido pensé que no debía estar yendo mal, pero no era así; cuando llegó el momento de entrar a coger de nuevo la moto de seco es cuando peor nos fueron las cosas.
No tenía referencias. Primero no tuvimos una buena estrategia con la pizarra, la verdad es que no era capaz de entender muy bien qué estaba pasando y qué debía hacer. En un momento me adelantó Márquez y se fue en nada. Vi que ya iba con los neumáticos de seco, aunque no entendía si me estaba adelantando o si se estaba desdoblando… Iba solo, no tenía referencias. Un desastre. Aún así decidí entrar en un momento que no era el peor (creo que el peor fue el de Valentino) aunque nada más salir ya empecé a notar que algo raro pasaba con la moto, en concreto con el motor: dijo ‘basta’ y me quedé sin carrera. Digamos que se redondeó el desastre. Sí, da mucha rabia, pero no creáis que me vengo abajo. Sé que lo estamos haciendo bien y que pronto recogeremos los frutos. Ya sabéis, ¡Never Give Up!
La estrategia de Baz. Para mí la mejor estrategia fue la de Baz, aunque os parezca raro. Creo que él fue el que eligió el mejor momento. Dicho esto, Marc y su equipo lo hicieron muy bien y por eso se llevaron el premio. Como mi compañero, que le echó un par de… ¡Bien por Brad! ¡Y eso que en el box pensaban que se había vuelto loco! Y también tengo que felicitar a Redding, otro que pescó. Aunque, sobre todo, la carrera fue importante para el Mundial. Valentino sacó mucho provecho del fallo de Lorenzo, para alegría de sus tifosi (che spetaccolo las gradas abarrotadas de Misano, todas amarillas!!!). De todas formas, pese al fallo creo que Jorge sigue teniendo en sus manos ser campeón, porque sigo pensando que ahora mismo es el más fuerte en MotoGP. ¡Va a ser un final de Mundial muy emocionante!