El fichaje, más crédito que Lezama
El empecinamiento de Valverde llevó a Raúl García a Bilbao. Cogió el teléfono y le prometió un rol que Simeone ya no podía ofrecerle: ser el epicentro del juego. Al navarro sólo le faltó levantar la Champions en el Atlético por lo que, ambicioso como es, se embarcó en el Athletic, al que desde sus tiempos de Osasuna siempre vio como el gran rival, el que desmantelaba Tajonar aunque dejase un dinero vital en caja, que unos lo0 aprovecharon para bien del club y otros, visto lo visto, lo utilizaron para lucrarse. Ganador como es, cogió gato a los leones.
San Mamés ha hecho de su capa un sayo y ofreció al nuevo león una bienvenida especial. Le quiere integrar cuanto antes. Como en casi todos los clubes, gusta más el fichaje que el de casa.No debiera ser así en el Athletic, en el que el mayor orgullo debiera ser que debutase un niño formado en Lezama desde alevines que es vecino o conocido de algunos socios. Recuerdo la paciencia inicial con Alkiza hasta que se convirtió en un gran futbolista y los pitos a Del Horno en sus primeros pasos. Susaeta, otro amamantado en casa, pasa reválidas diarias con 359 partidos y plena entrega. Raúl transmite, pero hay predisposición a abrazarle.