Fabio Aru es el nuevo Nibali

Fabio Aru ya tiene su grande. La primera. Sigue los pasos de su compatriota Nibali. Éste estrenó su palmarés de grandes en la Vuelta de 2010 cuando tenía 25 años, como Aru ahora, y después ganó el Giro de 2013 y el Tour de 2014. Lo mismo a lo que aspira Aru. Condiciones tiene: escalador de los buenos y no mal contrarrelojista. Experiencia, también: ayudó a Nibali a ganar ese Giro de 2013, y cuando echó a volar solo fue tercero en 2014 y segundo este año. En la Vuelta quedó quinto el año pasado tras unos tales Contador, Froome, Valverde y Purito, y en esta ha sido el ganador. No son malas referencias, no. Aru se sitúa al máximo nivel de una generación que viene pegando fuerte, y en la que también se encuentran Quintana, Dumoulin y Landa.

Ellos son el relevo de los Contador, Froome y Nibali, treintañeros ya todos ellos y ganadores de seis de las últimas nueve grandes vueltas. Empiezan a tener rivales de cuidado. Aru pudo ser el líder del Astana gracias a la descalificación de Nibali, y no ha defraudado. Se trata de un ciclista curtido a pasos agigantados, a base de hacer frente a los mejores corredores. Basta recordar el duelo que mantuvo este año con Contador en el Giro. Ahora se ha consagrado en la Vuelta, en Madrid, donde lució la mejor de sus sonrisas, tipo Rossi. Un italiano simpático que nos regaló en la penúltima etapa un ataque que no olvidaremos en mucho tiempo. El de Delgado, también en los puertos madrileños, lo hemos recordado durante 30 años. El de Aru, ojalá menos.