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Parece que en los tiempos que corren nadie tiene crédito. Los números de Cristiano desde que aterrizó en el Real Madrid son de extraterrestre y aún así está dos partidos oficiales sin marcar y ya se empieza a hablar de declive, de que si físicamente ya no está como antes o de cosas semejantes. Tenemos tendencia a ser muy injustos con el deportista y en este caso mucho más, porque realmente al portugués lo único que le había faltado en este inicio de curso era el acierto, ya que ocasiones para marcar sí había tenido, algo habitual en un futbolista que es capaz de generar unas cinco o seis situaciones de gol por encuentro.

Ayer vimos al Cristiano de siempre, llegando y atacando con agresividad la zona de remate, la zona del nueve, donde tiene ese don innato para finalizar como nadie las jugadas, sobre todo si son en transición, donde este equipo es letal. Yo no he conocido un jugador tan regular en su rendimiento. De Cristiano no se duda.