ACB: hasta aquí ha llegado

“La liga ACB es una liga insostenible, de mentiras, no se sostiene por los ingresos de las sociedades anónimas, sino porque el 90% tienen ingresos extraordinarios merced a las subvenciones de la administración, de entidades bancarias, clubes de fútbol, etc.” Esto lo habrán leído unas cuantas veces en este periódico. Desde hace tiempo, además. Mas nunca en boca de un presidente de un club ACB. Del Joventut nada menos, que es equipo de solera. Bien es verdad que su presidente, Villacampa, lo dice ahora que sufre las consecuencias de la reducción de ayudas públicas, y no cuando el club recibía dinero, terrenos y hasta el Pabellón Olímpico de Badalona, mas el Joventut, como decano y cantera del baloncesto español, merece atención.

Su situación es similar a la de otros clubes. Económicamente agonizan. La ACB ya ni siquiera reparte dinero de la televisión. Pero la ACB es lo que los 18 clubes que la componen quieren. Años atrás estuvieron muy influenciados por el Baskonia de Querejeta. Ahora hacen lo que el Madrid y el Barcelona, clubes de fútbol, quieren. Villacampa se siente independiente y ha expresado en voz alta lo que todo el mundo sabe, pero que el baloncesto no quiere reconocer. Por fin alguien de dentro alerta sobre la situación de emergencia. Sin el apoyo de la Administración y con la mitad de los clubes pidiendo una reforma, la ACB habrá llegado hasta aquí. Mucho futuro, desde luego, no tiene. El final, esta vez, se vislumbra.