La etapa de Andorra no tuvo desperdicio. Con ciclistas como Fuente o Pantani hubiéramos visto ataques en La Gallina. Pero el ciclismo de hoy es diferente y se corre para eliminar rivales en el último puerto. Si no, se habrían hecho diferencias aún mayores. Ayer vimos quiénes tienen opciones de ganar la Vuelta. El más perjudicado fue Movistar. A Nairo Quintana se le vio mal y Valverde debió llegar a la par que Purito, y no estuvo ahí. Nos perjudicó mucho la caída de Froo­me. No pienso que el británico esté mal, pues ya se exhibió el domingo en la Cumbre del Sol, y espero que se recupere de los golpes. La Vuelta no ha terminado, y si Froome y Nairo vuelven por sus fueros nos espera un final espectacular.

Me gustó mucho Dani Moreno, un corredor que sabe sacrificarse para su equipo. Trabajó mucho para Purito y se mantuvo cerca de Aru, un ciclista con una calidad extraordinaria. Y hay que contar para la general con Tom Dumoulin, que logró pasar esta dura etapa. Ahora mismo no me atrevería a apostar sobre quién va a ser el ganador de la Vuelta. Además, Mikel Landa, en fuga casi toda la etapa, nos recordó al ciclista que deslumbró en el Giro, algo que le viene muy bien a Aru de cara a la disputa de la clasificación general.