Ocho años del rey Usain Bolt
Usain Bolt ha vuelto a deslumbrar. No son sus victorias, ni siquiera sus marcas, es la forma de ganar. Ya no estamos ante el mejor Bolt de la historia, el de los fabulosos récords de 9.58 en los 100 metros y 19.19 en los 200. Ese Bolt será muy difícil que vuelva. Pero sí seguimos disfrutando del hombre más rápido que ha habido jamás sobre la Tierra. Marca tales diferencias con el resto de los humanos, que se le ve ganar. Sale, toma la curva, recupera la compensación de los que han salido por delante, afronta la recta y comienza a distanciarse. Como si entre él y los demás hubiera una goma que se estira, y se estira, y se estira hasta que pareciera romperse. Es el estilo que hizo único a Carl Lewis, pero a cámara rápida.
Ya son ocho años ganando así. Desde que en ese mismo estadio de Pekín asombrara al mundo con sus victorias y sus récords. Pero esta vez Gatlin le amenazaba. Bolt no llegó a estos Mundiales en la forma con la que se presentaba a campeonatos anteriores. Gatlin tenía mejores marcas. Había dudas razonables de que éste no iba a ser el año de Bolt. Pues ya no las hay. De Bolt no se puede dudar jamás. Si se presenta en la pista con un título en juego, es que está en condiciones de ganar. Se ha visto en estos Mundiales. El próximo año toca Juegos, y Bolt no se los perderá. Aunque vuelva a escatimar sus apariciones antes de la competición habrá que confiar en él. Tres oros en Pekín 08, tres en Londres 12... ¡Como para no seguir la cuenta en Río!