En la Vuelta hay para todos

Después del plante de la mini crono por equipos y del descubrimiento del Caminito del Rey llegó la calma a la Vuelta. Etapa tranquila, por encima del peor de los horarios previstos, y victoria al sprint. Para que en esta Vuelta pueda haber para todos. El todos en este caso estuvo representado por Sagan. Este joven galán eslovaco ya no sabía qué excusas buscar después de haber sido cinco veces segundo este año en el Tour. En dos ocasiones le ganó Greipel, que es rival de cuidado, pero que también lo hicieran Stybar, Van Avermaet y Geschke... Pues Sagan, por fin, pudo alzar los brazos en 2015. Lo hizo en la primera ocasión que tuvo y ante dos sprinters de cuidado, Bouhanni y Degenkolb. Mejores, desde luego, que quienes le sorprendieron en el Tour.

Fue un sprint de calidad, para gloria de la Vuelta. Un final para entendidos, después de que los equipos se tomaran su tiempo para preparar la llegada a la vista de que nadie saltaba. Mucho antes hubo un puerto. El del León. De primera, para hacer honor a que la provincia es de las más montañosas de España. Tiene hasta nueve picos de más de 1.500 metros. Incluso uno que supera los 2.000. Pero no se querían líos. Con la subida al Caminito y hoy a Véjer se considera suficiente para empezar. Así se deja espacio para los sprinters, ¡y que nadie se mueva! como sucedió en el tedioso rodar por la autovía a la entrada de Málaga. Pero que el pelotón se dé un poquito más de prisa, porque a este paso Contador se va a arrepentir de no haberse apuntado.