Federer: Cincinnati y que siga el rock & roll

Por Marta R. Peleteiro MPeleteiro_AS
“Roger ha jugado increíblemente bien y se merece el título. Es la quinta vez que pierdo en la final aquí, puede que tenga que esperar a que se retire él para vencer en este torneo”. Esas eran las palabras del número 1 del mundo, Novak Djokovic, tras caer de nuevo en la final del Masters 1000 de Cincinnati ante un excelso Roger Federer (7-6 y 6-3 en hora y media). Lo que no sabía es que el suizo le había confesado un par de rondas antes a Feliciano López que todavía tenía para unos años.
Pero ¿hasta dónde puede llegar el expreso de Basilea? Acaba de cumplir los 34 años, el pasado 8 de agosto, y este año le hemos visto en la final de un Grand Slam, reeditando el último cruce de Wimbledon 2014 ante el serbio también, y dejándole sin completar el círculo de torneos Masters 1000, lo que le convertiría en el primer tenista en hacerse con el pleno, llamado Golden Masters.
Frente a esto, el helvético, calificado ya por muchos como un abuelo, desplegó su mejor juego (con un toque que recuerda a técnico Edberg) para hacerse con su séptima corona en Ohio. Y nos deleitó con nuevas maniobras como el resto en la línea del saque.
A apenas una semana de que dé comienzo el US Open, allá donde ganó en cinco ocasiones consecutivas desde 2004 hasta 2008, su tenis parecer tener todavía recursos para hacerse con su 18º major, en una pista que se adapta a su mejor juego. Aunque ya se sabe, no es lo mismo jugar a cinco que a tres sets. Hay que estar muy fino en las rondas previas para no dejarse ningún set y ganar cansancio.
Pocos han ganado a edades tan avanzadas. Agassi fue uno de ellos. Se llevó un Abierto de Australia con 33 años, el propio Wawrinka había cumplido los 30 al hacerse con el Roland Garros de este año, al igual que David Ferrer cuando se impuso en el Masters de París, Pete Sampras por su parte contaba 31 primaveras cuando se llevó su último US Open en 2002. Tiene cinco, los mismos que Federer, por lo que una victoria en Flushing Meadows pondría al suizo por delante, un nuevo reto por conseguir.
Viendo cómo están los demás potenciales rivales de cara a Estados Unidos, con un Nadal renqueante, un Murray o un Djokovic a los que viene de vencer, un Nishikori que no termina de explotar o un Wawrinka un tanto descentrado y en la cresta de la ola por cosas que poco tienen que ver con el tenis, ¿vosotros qué opináis sobre sus opciones? ¿Cuántas juventudes tiene Roger?