San Valentín salvó al ‘Malagueta’ del drama de los Otxoa
Chris Froome ya ha estado este año en Alhaurín de la Torre, la localidad que acoge hoy la salida. Y lo hizo enfundado en el maillot rojo que le acreditaba como ganador de la Vuelta a Andalucía. Ese 22 de febrero, Juanjo Lobato ganó la última etapa y el africano remató su primera general de la temporada, por delante de Alberto Contador. La ceremonia del podio concluyó con un homenaje a Javier Otxoa Palacios (Barakaldo, 30-8-1974), que reside en este municipio, donde también estaba, con su hermano gemelo Ricardo, aquel trágico 15 de febrero de 2001.
La triste historia es conocida. Javier Otxoa, ganador en Hautacam en el Tour 2000, y Ricardo, ambos del Kelme, rodaban durante un entrenamiento por el término municipal de Cártama, donde mañana pasará la Vuelta, cuando fueron arrollados por un vehículo. Ricardo murió y Javier entró en coma con gravísimas heridas. Los médicos aconsejaron desconectarle. Pero Javier sobrevivió, con una parálisis cerebral, y pudo incluso volver a competir y ganar medallas paralímpicas en Atenas 2004 y Pekín 2008. Hoy, su estado ya no se lo permite.
Menos conocido es el vínculo con esta historia de José Antonio López Gil (San Pedro de Alcántara, 11-7-1976). El Malagueta, como era apodado, salió aquella fecha con los Otxoa. Así lo recuerda: “El día anterior era San Valentín. Salí a cenar con mi novia y me acosté tarde. A la mañana siguiente me notaba cansado y dejé antes el entrenamiento. Le he dado muchas vueltas a la cabeza. Yo también podía haber muerto aquel día, pero igual no habría sucedido el accidente si yo hubiera ido con ellos. Lo mismo hubiéramos ido un poco más lentos, o habríamos tomado otra carretera, o hecho una parada, o quizá el conductor nos hubiera visto al ser tres ciclistas. Infinidad de cosas podrían haber variado ese triste destino”.