Lorenzo apunta a campeón
Antes de la carrera de Brno estuve buscando cuántas veces un título de MotoGP o 500cc se había decidido en la última carrera entre tres pilotos. La actuación de Márquez en Indianápolis y su disposición por desafiar lo imposible me dio pie a ello. Les aseguro que hace unos días pensaba que Rossi, Lorenzo y Márquez se lo iban a jugar en Valencia. Lo curioso del caso es que en 66 años sólo ha sucedido una vez. Fue en 1952 y se disputaron el título, en Montjuïc, Reg Armstrong, Leslie Graham y Humberto Masetti. Ganó el italiano. Pero después de lo visto en la República Checa lo encuentro ya muy complicado. El nivel de Lorenzo ha sido de diez. Ni un fallo, ni una debilidad. En cuatro vueltas, cuatro segundos a Rossi con la misma moto. Magistral. Es el favorito...
Valentino ha hecho lo que ha podido, otro podio. El undécimo de la temporada. No hay que descartarle, pero en Chequia ha estado muy lejos. Demasiado. Aunque más sabe el diablo por viejo que por diablo. En cuanto a Márquez, tenía que haber ganado para mantener el éxtasis de Indianápolis, pero Lorenzo le ha zurrado y bien. Y vuelvo a señalar a Honda como responsable. Si hace unos días Stoner se caía en Suzuka por una avería del acelerador, en Brno le ha tocado a Pedrosa por un problema de la horquilla. Una calamidad. Dani es fundamental para la remontada de Marc, el único que le puede quitar puntos a Lorenzo y Rossi. Bastante hace Márquez con ese engendro ingobernable de RC213V de 2015, restaurada con piezas del 2014.