El último Zidane y el diario de Codina, un español en Nicosia

Otro Zidane. El fútbol viene de serie en el apellido Zidane. Ayer por Zinedine. Hoy y, mañana, quizá, por Enzo, Luca, Theo y Elyaz, sus hijos. Otro nombre, el de Driss, un sobrino, se acaba de sumar a la lista. Tiene 20 años, es centrocampista y ha probado con el Saint-Ettienne. El equipo juega el jueves la vuelta de tercera ronda de Europa League (ganó 0-3 en la ida al Targu) y, salvo hecatombe, firmará a Driss para su filial, que juega en CFA2, quinta división francesa. Por algún lado hay que empezar...

From Chipre. Todo aquel que conoce a Jordi Codina dice de él que es un tío estupendo. Bueno, en realidad, bastaría con leerle. Tiene un blog, codina13.com, muy apañao, de tocar la fibra, donde cuenta su día a día en Nicosia. Llegó allí, al Apoel, este verano. Es su primera vez fuera, tras siete años en el Madrid y seis en el Getafe. En la maleta, un libro de Dan Brown, Insomnia, que no consigue acabarse, y alguna palabra ya en griego, su nuevo idioma: efjaristó (gracias) y kaliméra (buenos días).

Café, himno y fútbol. Lo primero que a Jordi le llamó la atención de Chipre fue lo del café. Lo bebe todo el mundo, a todas horas, todo el rato. Eso y lo del fútbol, claro. Religión. Nada más llegar le recordaron que su Getafe una vez (2010) les apeó de Europa League. O va por la calle y le saludan: “Mono Apoel”, que sería algo así como decirle a Cristiano: “Hala Madrid”. Su primera convocatoria fue hace una semana en tercera ronda de Champions, ante el Midtjylland danés. Ganaron 1-2. Hoy juegan en casa y él llevará a la espalda el 1, el dorsal del portero, y, en la cabeza, sólo una cosa. Lo pone en su blog, por todas partes: “Volver a escuchar el himno de la Champions”. En las rondas previas no se pone cuando forman los equipos. Sólo es a partir de la fase de grupos. La tiene a tres partidos...

Desde la ventana. David Gómez es un investigador español que busca cura para el cáncer en el Systems Biology Ireland de la Universidad College de Dublín y, a veces, de fondo, lo que escucha son goles. Pasó este verano, cuando el equipo de esta Universidad, el UCD, de la segunda irlandesa, fue invitado por el Fair Play UEFA a la Europa League. Campo y laboratorio están pegados. El fútbol se ve por la ventana. “Y se oye. Estas pipeteando y escuchas uyyy...”. El UCD cayó en segunda ronda ante el Bratislava, pero allí entrenan los All Blacks a veces o algún NFL de ronda por Irlanda. “Es un campo pequeñín”. Aunque, eso sí, cada gooolll resuena como si lo hubiera hecho un Zidane. Y Zinedine, además.