Jacinto, un héroe de verdad
La prensa deportiva es una prensa llena de héroes. De nadales, de gasoles y de alonsos. Por eso que son héroes y los tenemos mitificados, interesa cuanto hagan y cuanto digan. Para bien o para mal. De vez en cuando salen unos héroes puntuales; a veces, incluso anónimos. Jacinto Rodríguez es uno de ellos. Éste, héroe de verdad. Héroe en el sentido estricto de la palabra. Jacinto Rodríguez navegaba hacia Mallorca para participar en la Copa del Rey de vela, el tiempo empeoró y se cayó al mar pasadas las cuatro de la madrugada. No le rescataron hasta cinco horas después. Jacinto tiene ¡84 años! ¡Un héroe! Héroe en el sentido de ejemplo de tenacidad, esfuerzo, confianza, fortaleza, resistencia, fe... El no rendirse le hizo ganar el partido (la regata) de su vida.
Jacinto se cayó, porque hubo vientos de 30 kilómetros por hora que obligaron a hacer unas maniobras que acabaron con él en el agua. Tales vientos levantan olas de dos metros. Olas que suben y bajan, e impiden tener una visión constante de las luces de tierra, que se encontraban a 22 kilómetros. Y esto, de noche, lo que aumenta la angustia que se pueda sentir. Hora y media después, sobre las seis, Jacinto pudo ver clarear en el horizonte, pero hasta las 6:50 no saldría el sol. Llevaba ya dos horas y media en el agua. La temperatura de 27 grados le permitía seguir vivo, pero ¿hasta cuándo le durarían las fuerzas? Jacinto nos demostró que en una situación extrema, hasta donde haga falta. A todo esto, ¿nos metemos en una piscina y a ver cuánto aguantamos?