De nuevo, la mujer al poder
Ona Carbonell, subcampeona del Mundo en el Solo de la sincro, una de las especialidades del deporte que mejor representa la excelencia. Consigue esta medalla el mismo día que Valverde asegura su presencia en el podio del Tour. ¡Por fin! Se echaban de menos las alegrías en nuestro deporte masculino, ahora que Nadal y Alonso están en horas bajas, mientras Rossi mantiene a raya a Lorenzo y Márquez. Alegrías ha habido, pero se cuentan con los dedos de una mano: Contador en el Giro, Javier Fernández en el Mundial de patinaje artístico, Coma en el Dakar, el Madrid en la Euroliga... La mujer, en cambio, cogió carrerilla en 2012, cuando los Juegos Olímpicos de Londres, y aún no ha parado. Por tercer año consecutivo está ganando más títulos que el hombre.
Es Ona Carbonell, es Ruth Beitia (virtual ganadora de la Diamond League en el salto de altura), es Carolina Marín (número uno del Mundo en bádminton), es Garbiñe Muguruza (subcampeona en Wimbledon), es Lydia Valentín (campeona de Europa de halterofilia), es Vero Boquete (campeona de la Champions con el Frankfurt), es Maialen Chorraut (campeona de Europa en aguas bravas), es Queralt Castellet (subcampeona mundial en half-pipe), es Laia Sanz (primera mujer en el Dakar), es Yolanda Matarranz (campeona del Mundo de petanca), es Paula Badosa (campeona júnior en Roland Garros), son las selecciones de fútbol Sub-17 (campeona de Europa) y Sub-19 (quizá lo sea mañana, como los chicos). Es la mujer española. ¡Bravo!