Melbourne: una ciudad coloreada por grafitis
Pasear por Hosier Lane, con el rugir de la guitarra de Jimmy Hendrix marcando tus pasos y oler a pintura de un artista que tiñe otro muro de la ciudad, aporta esa sensación de libertad que a menudo puedes experimentar en Melbourne. Rutledge, Caledonian, Union o Centre Place son algunas de las muchas calles donde impera el arte callejero. Aquí, los grafitis son legales, pero están totalmente controlados. Necesitan autorización del propietario del muro y no se permiten los que sólo tienen como objetivo estampar una firma. Esto te hace ver desde los Harlem Globbetroters en un muro hasta a los personajes de la película de Pixar, Monstruos S.A.
El color de la pintura invadió Melbourne pasada la década de los 60. A Australia llegó bajo la influencia newyorkina. Esta corriente no fue vista con buenos ojos y fue perseguida por las autoridades locales. A los que ahora llaman artistas eran catalogados como vándalos. En la actualidad se escandalizan si una obra destroza grafitis valorados en miles de euros. Es una de las principales señas de identidad de una ciudad que se jacta de su amplio abanico cultural. Tanto es así que son los propios artistas callejeros los que ahora te enseñan los pintados muros de Melbourne...