Sin emprendedores, no hay deportistas
“Sin emprendedores, no hay deportistas”. Esta frase no es de ciencia ficción, es una realidad que intentaré razonar.
He leído y escuchado en los medios de comunicación las nuevas bases que el Gobierno, a través del Ministerio de Cultura y Deporte, quiere aplicar sobre la relación laboral que ejercen las personas relacionadas en las tareas de colaboración, asesoramiento y organización de actividades deportivas. Actualmente lo hacen de forma desinteresada, siempre en afán de ayudar a los jóvenes, para que se interesen por el deporte y lo practiquen a partir de la edad escolar. Esta responsabilidad la asumen los EMPRENDEDORES.
El emprendedor, después de su trabajo habitual, en sus ratos libres, visita colegios y observa a los pequeños que juegan en espacios deportivos. Y cuando ve alguno que tiene posibilidades, primero habla con el colegio y después con los padres, y se responsabiliza de acompañarle al club del que es aficionado para que pueda, con los entrenadores correspondientes, iniciarse en aquel deporte que creen que empezará a disfrutar. Su aprendizaje no sólo estará relacionado con la especialidad deportiva, sino con todo lo que aporta el deporte: educación, respeto a los compañeros de tu equipo y a los otros participantes, valorar el esfuerzo personal y colectivo, ser generoso y no egoísta... y muchas otras virtudes que aporta el practicar un deporte. Y, además, inicias una vida sana, que al cabo de unos años tendrás la posibilidad de disfrutar si tienes facilidad para dedicarte profesionalmente. Seguro que en caso de no ser así, los años de práctica te reportarán una mejor salud y una experiencia positiva en la vida.
El emprendedor es el que, cuando el pequeño ya puede jugar a nivel competitivo con el equipo que ha elegido, habla con los padres y les pide que su hijo pueda desplazarse acompañado por él, en su coche, en tren o en autocar, Él se hace responsable de que todo funcione con las máximas garantías, para la tranquilidad de los padres.
El club a veces le da cien euros para los billetes o gasolina, y casi siempre tiene que añadir de su bolsillo para pagar alguna bebida a los chicos.
Señores que elaboran las Leyes: si continúan adelante y aprueban esta nueva normativa de aplicación en el mundo del deporte, que afecta a los emprendedores, en relación a los miles de deportistas de todas las edades que hoy practican algún deporte, dentro de diez o quince años sólo lo hará un diez por ciento de los actuales.
Tendrían que reflexionar los grandes clubes españoles, ya que en la actualidad todos sus jugadores profesionales empezaron gracias a haber sido iniciados en el deporte, en su momento, por un emprendedor. El problema es que esta nueva Ley no afecta sólo a los clubes modestos, sino que su repercusión alcanza todos los niveles.
El deporte enseña, educa, responsabiliza y consigue lazos de amistad que en este mundo, hoy tan difícil, nos hace mejores a todos.