Bien podía estar jugándose aún el playoff por el título de baloncesto entre el Madrid y el Barcelona, pues el 3-0 no entraba en los pronósticos, ni en las apuestas. Acabó el pasado miércoles, y la audiencia media del partido, en la emisión de La 1, no alcanzó el millón de telespectadores. Es como para sentarse a estudiarlo. El primer Clásico de la Liga regular, en la que nada había en juego, tuvo más: 1,4 millones. Llegan los playoff, eso que la ACB califica como el no va más, y ¡zas!, batacazo. ¿Por qué? Porque el baloncesto ACB no da para más. La Liga comenzó el 5 de octubre, y después de casi diez meses sin que pase nada, el aficionado se ha terminado de desenganchar. Se trata de una Liga que dura más que la de fútbol, y eso es de locos.

Es que la hora, las siete de la tarde, era mala, es la excusa. La hora la puso la tele, y si TVE hubiese creído que iba a dar una buena audiencia más tarde, lo hubiera hecho. Si no lo hizo fue para no perjudicar ‘Viaje al centro de la tele’ y ‘Águila Roja’, que aseguran audiencias por encima del millón. Esa es la realidad, y esa conciencia tuvieron los clubes hace algo más de un año cuando buscaron soluciones a sus problemas. Prometieron hacer la gran sentada, nombraron presidente ejecutivo a Francisco Roca y ¿qué ha cambiado desde entonces? Nada. Resultado: que la cosa va a peor. Es posible que hasta TVE ceda sus derechos a Canal+, para que la ACB pase a rellenar uno de sus canales temáticos. A este grado de interés hemos llegado.