Una selección que es especialista en gestas
A Romerito le había hecho un marcaje individual el chileno Galindo aquella noche que en el campo de Vélez los paraguayos conquistaron la Copa América. 1979 fue el año en que Olimpia ganó la Libertadores y Paraguay la Copa América. Romerito se iba al Cosmos a ocupar el puesto de Pelé, y nunca llegó tan alto. Tampoco Paraguay, una selección con fama de dura y violenta, de pierna fuerte y de jamás arrugarse. Especialista en gestas como en la última Copa América, cuando dejó fuera a Brasil por penaltis con el Tata Martino al frente. La misma Paraguay que tuvo a España contra las cuerdas en Sudáfrica. La misma con la que los brasileños tienen cuentas pendientes y bien se encargó de recordarlo Thiago Silva tras el partido ante Venezuela.
En Paraguay todo es distinto. Ortigoza (hoy baja), juega andando pero les funciona, sigue respondiendo Santa Cruz y les llega con un medio defensivo lento como Víctor Cáceres. Brasil sin Neymar movió bien la pelota ante Venezuela y si repiten esas combinaciones Willian y Coutinho, será difícil que los paraguayos respondan.