El paso que Florentino exige

No quería ser portero, lo que le gustaba era meter goles”, la frase es del padre de David De Gea hace ya unos años en el Cerro del Espino, Majadahonda, lugar habitual de los entrenamientos del Atlético de Madrid y sede de una de las escuelas de su Fundación. Para no querer ser portero, De Gea está a punto de sumar el tercer vértice de un triángulo glorioso. Empezó en el Atleti, se fue al Manchester United y rematará en el Madrid. Que el jugador y el Madrid tienen pactado el acuerdo es un secreto a voces, tanto como que el club inglés tiene a un futbolista con contrato en vigor, aunque sólo le quede un año.

De Gea le ha dicho a sus compañeros que se quiere ir y Florentino Pérez tiene así su mejor baza. En todo caso, la decisión de De Gea no oculta el lío de la portería blanca. Casillas no se ha ido, Rafa Benítez quiere a De Gea, que a su vez aún no ha venido, y el tercero en discordia, Keylor Navas, está lesionado. Desde el fichaje de Diego López la portería del Madrid es un barullo con el que ha convivido Casillas minuto a minuto. De Gea es el elegido para cambiar la historia o mantenerla, que con Iker a fin de cuentas les ha ido muy bien...