Le echaron y todo se vino abajo

Toril firmó hace tres temporadas un playoff de ascenso memorable ante el Cádiz (0-3 en el Carranza). Con Jesé a la derecha, Joselu de nueve y Morata adaptado a la banda izquierda (en ese súper Castilla también estaban Cheryshev, Juanfran, Nacho, su hermano Álex y Carvajal), el filial subió a la Liga Adelante y Toril recibió galones como general mánager de Valdebebas. El técnico había sobrevivido a Mourinho, que llegó a prohibirle que pasase a ver los entrenamientos del primer equipo. Toril tenía buen criterio y todos los equipos de la cantera jugaban de la misma manera. Pero un 6-0 en Eibar (los guipuzcoanos terminaron ascendiendo a Primera) le llevó a un despido (muy) improcedente. Ahora la cantera está descabezada, no hay un plan y muchos jóvenes talentos se baten en retirada...

Por eso es bueno leer lo que nos dice Toril sobre Rafa Benítez. Nos habla de un entrenador metódico, trabajador hasta la obsesión y muy comprometido con la causa. En un Madrid tan desmanejado eso es agua bendita, como decía el otro día Morientes, otro ex del hombre que ganó una Champions tras levantarle un 3-0 al Milán de Kaká en Estambul. Yo confío en Benítez, pero deseo y espero que ponga un simbólico cristal antibalas en su despacho. Si admite injerencias, se acabó...