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Las siete vidas de Arango y las ganas de abrazar o no a Neymar

Arango. Cinco temporadas en España dieron para guardar un buen recuerdo de su zurda, sus goles (el segundo máximo artillero de la historia del Mallorca) y también para estremecerse, cuando el salvaje codo de Javi Navarro a punto estuvo de dejarle sin vida sobre el césped del Son Moix. Hoy, diez años después de aquel episodio trágico, en la sexta Copa América ya de su carrera, el mejor futbolista venezolano de todos los tiempos (posiblemente) sigue respirando y deleitando. Cosido a su exquisita pierna izquierda, su selección dio la campanada y mandó al suelo a la temida Colombia de Pékerman. James a su lado pareció un aprendiz. El gol lo anotó Rondón, pero el curso lo dictó su zapato. Luego, una vez duchado, no se pudo reprimir: “Me sorprendió el bajo nivel de Falcao”.

Jesús Corona. América es el paraíso del apodo. Los jugadores llevan uno puesto incluso antes de jugar. Los hay de todas las formas y colores. Y algunos muy cachondos. A Corona, la joya de México, el único de los seleccionados que va a doblar Copa América y Copa de Oro, le llaman Tecatito. Todo empezó por ahorrarle un problema con Tecate, la marca de cerveza que sustenta al Monterrey, el equipo que lo hizo debutar en Primera hace cinco años. Y claro, mejor llamarlo así que Coronita, no sólo la competencia sino el auspiciador del eterno rival. Hoy el prometedor extremo de 22 años juega en el Twente holandés y sigue sin encontrarle el gusto a una caña, pero mantiene el sobrenombre: Tecatito.

Neymar. También en Chile, como le pasa a Xavi, uno no sabe si pegarle un empujón o abrazarle. El brasileño del Barça reúne lo peor y lo mejor de un futbolista. Finge, se chulea, protesta, pone caritas, le borra la espuma al árbitro… Cristiano parece entrañable a su lado. Pero luego agarra la pelota y te pone de pie. El peruano Advíncula aún sigue buscando la pelota tras un doble sombrero que pareció un truco de Copperfield. Y marca goles y rescata a Brasil en el último minuto de un resultado sonrojante. La Copa América de las estrellas por ahora sólo ha visto una. Neymar es el único grande que ha correspondido a las expectativas.

Uruguay. No juega a nada, no brilla, pero compite y gana. A pasitos de 1-0 incluso ante rivales menores. Nadie cuenta con Uruguay en los pronósticos. Salvo ella misma. No se la ve venir, pero está siempre.