José Mª Marín, hijo de ‘Jack el Terrible’ y robamedallas
José María Marín Helfenstein (Santo Amaro, 1932) está en la prisión de Limmattal, en Zúrich. Tiene 83 años y ha pedido la libertad por razones médicas. El juez se la ha denegado mientras procesa su extradición a Estados Unidos supuestamente por cobrar sobornos a cambio de conceder los derechos de la Copa América a la empresa Datisa-Wematch, que se comprometió a pagar 352,5 millones de dólares a la CONMEBOL por la comercialización de la publicidad, los patrocinios, la televisión y el merchandising de las cuatro próximas ediciones de la Copa América, incluida la que comienza mañana en Chile. El Departamento de Justicia de EE UU también le investiga por contratos con Nike, el proveedor de la CBF desde los años 90.
Marín es de la generación más opaca de la FIFA Nostra, de la de Grondona y Leoz. Hasta que fue detenido el 27 de mayo era miembro del Comité Organizador de la Copa del Mundo y de los Juegos Olímpicos de 2016. Además fue Gobernador del Estado de Sao Paulo durante la época más dura de la dictadura militar y presidente de la Confederación Brasileña (CBF) en la que sustituyó a Ricardo Teixeira, que dimitió del cargo tras mover 150 millones de euros sólo entre 2009 y 2012. La verdad es que Marín ya apuntaba maneras. Dos meses antes de ser nombrado presidente de la CBF, en la entrega de trofeos de la Copa São Paulo Junior, la Copinha, fue capaz de meterse una medalla en el bolsillo dejando al portero del Corinthians, Matheus Vidotto, sin su recompensa. Una televisión brasileña, Rede Bandeirantes, ofreció el momentazo en directo. La secuencia dio tres vueltas al país. El exazulgrana Romario definió a Marín como “ladrón de medallas, corrupto y bandolero”.
José María Marín tiene sangre española. Su padre, Joaquín, nació en Sevilla. Emigró a Brasil donde fue boxeador. Allí le conocían por Jack El Terrible, por su crochet, aunque también manejaba con maestría el jab. Ganó muchas peleas por ko. Si levantara la cabeza, esta vez el noqueado sería él. Pero del disgusto. La CBF ha retirado el nombre de Marín de la fachada de su sede principal, en Río de Janeiro. También le han quitado la silla en las oficinas de los Juegos Olímpicos.