Madrid, más casta que juego
El Unicaja, un equipazo esta temporada, está cayendo con contundencia en los playoff ante el Barcelona, aún huérfano de títulos en 2015. El Valencia, equipo que ha mostrado debilidades todo el año, le está haciendo frente, en cambio, al Madrid campeón de todo. Tal es así, que esta noche hay partido que se puede calificar de decisivo en Valencia. Esto vuelve a poner de manifiesto los problemas reales del Madrid en el baloncesto. El debate no debería tener sentido en un equipo campeón de la Euroliga y de los dos últimos títulos disputados cara a cara con el Barcelona, pero el pasado domingo se volvieron a mostrar ante el Valencia. No son otros que la dependencia del juego exterior ante la desconfianza que genera el interior.
Si entran los triples, se acabaron los problemas; si no entran... Reyes y Ayón pueden arreglarlo, y de hecho lo hacen. Lo malo es que no aguantan todo el partido. Nocioni también aporta lo suyo, pero ofensivamente, más desde la línea de tres que bajo la canasta. Mejri va a arreones, y Slaughter hace faltas absurdas. Hay otro hombre, pívot por excelencia, Bourousis, pero el club no da explicaciones sobre su situación. Ha ido a menos, hasta desaparecer. Su actitud, o lo que sea, ha dejado al equipo descompuesto en una posición clave, que se contrarresta cuando Llull y Nocioni tocan el Séptimo de Caballería. Pues esto obliga al equipo a un esfuerzo suplementario que no estaba previsto. El Valencia está vivo, y el Madrid... no se sabe.