P. P. San Martín

El acierto en el remate rompió la igualdad: 17 a 14

Contra pronóstico, se puede decir, la Juve dispuso de más ocasiones de remate de las previstas: hasta catorce remates, aunque sólo consiguió transformar uno en botas de Morata. Enfrente, el Barça no abrumó mucho más a Buffon: diecisiete remates, pero tres llegaron a la red y además en momentos decisivos. El primer gol muy en frío, minuto 3; el segundo cuando más achuchaba la Juve, minuto 68, y el tercero como colofón para sentenciar, minuto 97.

El Barça sufrió en defensa y compensó este arriesgado problema con un juego de ataque bien armado, como es costumbre. El gol de Rakitic fue una sinfonía del toque, el segundo nace de una arrancada de Messi (quién si no) con finalización de Luis Suárez y el tercero un zapatazo de Neymar. Decidieron la final aquellos que estaban llamados a hacerlo, por su calidad y su olfato de gol. La Juve llegó hasta donde pudo.