De estrella a meritorio, Falcao necesita la Copa América
Patriotas. En Chile jamás silbarían su himno ni se esconderían de su bandera. Cuando suenan los acordes, todos inflan pulmones y se vienen arriba. Hinchas y jugadores utilizan esa ceremonia previa a los partidos como un motor. Más que futbolistas, son patriotas. Un compromiso de identidad llevado hasta las últimas consecuencias. Por eso ha sorprendido y escocido tanto la insólita marginación de unos cuantos jugadores que se negaron a ser citados por la Roja si no era para estar en la lista definitiva de esa Copa América que está a la vuelta de nueve días. Quién sabe si por contagio, los adalides de la deserción, Orellana y Hernández, juegan en España.
Falcao. No hace tanto, Radamel Falcao, un goleador insaciable asociado a una melena inconfundible, se despedía del Atlético con lágrimas en los ojos. Estaba en la cima, reconocido como el mejor nueve puro del planeta, discutiendo incluso un hueco en ese espacio que el negocio ha reducido a Messi y Cristiano, pero su agente había decidido por él un cautivador plan de fuga. Un viaje hacia una tierra prometida que finalmente sólo encontró en su cuenta corriente. No hace tanto, sólo dos años, pero Radamel Falcao ya no se parece: ha perdido felicidad, reputación, gol y desde hace unos días hasta su inseparable cabellera. Por eso Chile 2015 ya no es para él una muesca más en su lujoso currículum. Es una necesidad, una oportunidad desesperada. Un escaparate para reivindicar que puede volver a ser el futbolista sideral del que le arrancaron. De estrella a meritorio.
Vidal. No ha cambiado mucho Chile desde el Mundial. Apenas cinco futbolistas en la lista y uno sólo en el once inicial, del que se ha caído, víctima de una mala elección, el Gato Silva. Favorito de Sampaoli en 2014, su decisión de abandonar Osasuna tras el descenso y acceder al Brujas belga le sacó del mapa. En Bélgica apenas ha jugado y eso le ha hecho perder el sitio también en la Roja. Los demás son los mismos, o casi. Porque Vidal ya estuvo en Brasil, pero mermado de la rodilla, convaleciente. El que llega a la Copa América es el mejor Vidal, pletórico en el físico e inspirado en lo futbolístico. Despliegue, llegada e ingenio. El sueño del nuevo Madrid es la mejor baza del anfitrión y uno de los grandes alicientes del torneo.