El cadismo no se ha derrumbado
El Oviedo ganó y regresa con toda justicia a Segunda porque fue mejor. Pero el cadismo, triste por tan dolorosa derrota, no se ha deprimido porque sabe que cuenta todavía con dos oportunidades para salir de este purgatorio de Segunda B. Tras terminar el partido la hinchada del Oviedo coreó ¡Cádiz, Cádiz! y los amarillos aplaudieron. Mucha gente se quedó en la entrada del vestuario esperando a sus jugadores. Y según salían les iban aplaudiendo de manera muy cariñosa Y es que todo el mundo lloró ayer en el abarrotado Ramón de Carranza. Los ovetenses de alegría porque su quinario ha sido tremendo con caídas en Tercera División y hasta amenazas de desaparición. Los gaditanos lloraron de tristeza, pero se agarran a la esperanza de terminar con este horrendo lustro de mediocridad y desesperanza. La Segunda B es infinitamente dura e ingrata.
Fue un partido de Primera. El Oviedo fue superior, pero el Cádiz no ahorró corazón y su gente lo reconoció. Muchas caras conocidas. Desde Quique Pina y Juan Carlos Cordero o Javi Gracia, exitoso entrenador del Málaga. Faltó Carlos Slim, el empresario mexicano que ha traído dinero e ilusión al Oviedo. Quiero terminar felicitando a un formidable entrenador, Sergio Egea, hombre discreto y trabajador clave en este éxito. Y también a Claudio Barragán que mantiene al equipo con opciones de ascender muy abiertas.