El éxito de la metodología española en los equipos de fuera

Técnicos españoles. No es la primera vez que en esta plataforma se recuerda lo buenos que son nuestros entrenadores, pero aprovechando que acaba la temporada felicitémonos por el éxito de Aitor Karanka, por llegar a la final de los playoffs de la Championship, o por la consecución de una triple corona histórica de Pako Ayestarán en el Maccabi Tel Aviv. Pep Guardiola cambió el fútbol e intenta transformar la mentalidad de un grande de Europa, Lopetegui ha dejado una muy buena impresión en su debut en la élite, Roberto Martínez tiene retos nuevos con el Everton, a Rafa Benítez (gestor hace justo diez años y un día con Pako, Paco Herrera y José Manuel Ochotorena de la noche más mágica en Estambul, aquella final del Liverpool ante el Milán) le quieren, entre otros, el Real Madrid, el West Ham y la afición del Liverpool.

Un Dream Team. Por cierto, con los Reds, Benítez sacó lo mejor de Steven Gerrard. Tiene método y ha manejado estrellas. Pako tiene que tomar una decisión sobre su futuro. Herrera está a punto de luchar por subir a Primera a través de los playoffs de Segunda con Las Palmas. Ochotorena ha mejorada a los porteros más destacados del mundo como Casillas, De Gea, Diego Alves, Pepe Reina, Víctor Valdés... Fueron un Dream Team que inició el camino.

Gombau, Ferrando... Hay muchos otros nombres menos conocidos que siguen su estela: Josep Gombau, Juan Ferrando, Ángel Pérez o incluso Cristian Colás, el nuevo entrenador del Biggleswade United, un proyecto que pretende triunfar en Inglaterra con esta metodología española.

Gratacós en el Dnipro. Y hasta el Dnipro ha contado con colaboración de uno de los nuestros, con ideas nuestras que, en realidad, son ideas coleccionadas de miles de fuentes, recicladas y proyectadas por tipos muy preparadas. Jordi Gratacós, de apellido ilustre en el barcelonismo, lleva seis años implantando el modelo del fútbol español por el mundo y este verano, tras tres años en el club ucraniano, dejó de ser director de su cantera. ¿Qué aportó? El buen trato del balón, la querencia por ser protagonistas del juego a través de la posesión, atacar y defender con pelota, y mostrar una identidad muy definida. Eso es lo que se conoce como metodología española. Añadan un amor incondicional al deporte rey y un grado de profesionalismo superior al resto, y ahí encuentran la clave de su éxito.