Resumen de un curso en 90 minutos
Capaz de lo mejor y de lo peor, el Espanyol completó ayer por culpa de una derrota una temporada de diez. Porque esa es la plaza que al final ocupa, mayormente. “Nadie es perfecto”, que diría Billy Wilder. Ni siquiera Sergio García, que marcó un gol —con el que iguala a Amiano en la historia perica— y entregó otro a Stuani, aun así insuficientes para sumar 50 puntos, para alcanzar la mejor clasificación de una década que no ha sido precisamente prodigiosa. El del Bon Pastor, protagonista absoluto sobre el césped, pasará a serlo desde hoy en los mentideros. Y la pancarta de ayer en Balaídos, ese ‘Grazas, capitán’ en gallego referido a Oubiña, bien podría servir para el portador del brazalete perico. O no.
Pasarán los jugadores, hasta los técnicos, pero no esa imprevisibilidad del Espanyol. Tras cinco salidas sin perder, en Balaídos se vio beneficiado de la expulsión de Sergio Álvarez y se avanzó, pero el Celta con diez marcó no uno, ni dos, sino tres goles. El resumen de una temporada en 90 minutos: un equipo sólido que domina, que marca golazos como el de Stuani pero que no resuelve e incluso sucumbe en momentos clave. Nadie es perfecto, efectivamente.