¿Qué le está pasando a La Rojita?
España no estará en el próximo Mundial Sub-17. Ni en el Sub-20. Tampoco en la Eurocopa Sub-21. Ni por supuesto en los Juegos Olímpicos del próximo año, en Río. Pleno de fracasos. Lo que siempre fueron alegrías y motivos para la esperanza se han tornado últimamente en tristezas y razones para la decepción. Que a nadie se le olvide que la cantera es el espejo del futuro. Así lo fue cuando La Rojita triunfaba en la base pero fracasaba en la élite. Con el tiempo quedó claro que los éxitos acaban trasladándose de juveniles a profesionales. Es de suponer, por mucho que duela, que las desgracias también.
Algo falla en el fútbol base español y no sólo a nivel de Selección. Ahí están los filiales para corroborarlo. Nunca antes bajaron tantos de Segunda B a Tercera ni tampoco sonrojaron al mismo tiempo Castilla, Barça B y Atlético B como lo han hecho esta vez. Fichajes extraños con comisiones de por medio y medias de edad altísimas han desvirtuado el concepto de filial. Los juveniles no se quedan atrás. La División de Honor cada vez es más pobre y apenas hay chicos de primer año. Todo ello lo acusó la Sub-17 en el Europeo. Mala suerte, sí. Pero malos indicios, también...