Huelva tiene que apoyar a sus chicas
La fuerza de la ilusión”. Con este hashtag se presentaba el Sporting de Huelva, la ‘Cenicienta’ de la Copa de la Reina, en la competición. Con solo 120.000 euros de presupuesto, uno de los más bajos de la Primera División femenina, las chicas del Sporting de Huelva han sido capaces de competir de tú a tú con algunos grandes del fútbol femenino, Rayo y Atlético Féminas, y han conquistado su primer título. Lo hicieron con sufrimiento, tras dos partidos durísimos que acabaron en prórroga y en los penaltis, en el caso de la semifinal ante las rojiblancas. La fuerza de la ilusión les condujo a la gloria. La misma con la que cada fin de semana afrontan hasta 14 horas de autobús, que les devuelve en muchas ocasiones de madrugada a sus casas. Cosas que pasan en los clubes modestos.
El equipo está presidido por Manoli Romero, y entrenado por Antonio Toledo, dos enamorados del fútbol femenino que llevan toda la vida, antes en el Estudiantes de Huelva, luchando para que las chicas tengan dónde jugar. El equipo es una gran familia y aquí todos suman. Con la Fundación Cajasol como principal sponsor, los apoyos nunca sobran. Gracias al Programa Estrella de la Junta de Andalucía se entrenan en el campo de El Conquero, pero juegan en uno que alquilan. Allí no tienen material y entre todos lo transportan. Las jugadoras llevan los balones y, por supuesto, ninguna cobra. Solo perciben dietas para el transporte y la comida. No les mueve el dinero. Les mueve la ilusión por jugar al fútbol, esa que mueve montañas. Por eso merecen ser apoyadas.