El Madrid perdió la pasada temporada a Mirotic, Darden, Dani Díez y Draper. En ésta les sustituyó por Nocioni, Rivers, Maciulis y Campazzo. Fichó, además, a Ayón, porque Slaughter no contaba; también, en previsión de que Bourousis y Mejri fueran a menos, como así ha sucedido. El macizo del equipo, basado en los españoles (Sergio Rodríguez, Llull, Rudy y Reyes), más Carroll, se mantuvo. El resultado ha sido un equipo campeón de Europa. Campeón, porque Ayón, Rivers y Nocioni (tres de los fichajes) tuvieron una actuación decisiva en las semifinales para derrotar al Fenerbahçe, mientras que en la final los 9 puntos de Maciulis (otro fichaje) en el segundo cuarto y el carácter de Nocioni fueron igualmente determinantes para ganar.

Se puede asegurar, por tanto, que los fichajes realizados han sido un acierto. Un éxito del director de la sección, Juan Carlos Sánchez, del director deportivo, Alberto Herreros, y del entrenador, Pablo Laso. Fichajes tan certeros, que el baloncesto ya tiene su triplete (Supercopa, Copa y Euroliga), y aún falta por decidirse la Liga. Han llegado al extremo de que nadie ha echado de menos a Mirotic. Nocioni le ha suplido con creces en los partidos decisivos, final de Copa y Final Four. El Madrid ha encontrado en el argentino ese jugador que le faltaba cuando había que dar un golpe de autoridad en la cancha. Un auténtico líder bajo los aros y un killer desde el tiro exterior. Sí, a la tercera fue la vencida. Con un verdadero E-QUI-PO.