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El Manchester United de los Glazer ya no es de los aficionados

Foráneos. Ahora que empiezan a aparecer millonarios extranjeros dispuestos a invertir en nuestro fútbol es un ejercicio interesante echar una ojeada a lo que ha ocurrido en la Premier. Primero, la reacción ante la llegada de capital foráneo. En Inglaterra, país rico y orgulloso de lo suyo, se suele ver como una amenaza. Nosotros le abrimos la puerta a los de fuera con la esperanza de que nos mejoren y hagan más competitivos. Peter Lim es un héroe en Valencia, pero los dueños americanos del Liverpool no acaban de convencer a su gente.

Ejemplos. Habrá que ver si es buena idea o no entregar a un extranjero instituciones arraigadas en su origen geográfico. O si es relevante la nacionalidad del dueño. En Inglaterra, ha habido de todo. El propietario del Leeds, el italiano Massimo Cellino, está siendo una pesadilla para el club, los dueños indios del Blackburn se cargan al entrenador cada vez que se tuercen las cosas y llevan ya ocho desde su llegada hace cinco años, hay seis dueños norteamericanos en la Premier que han intentado ganar dinero con el club al mismo tiempo que buscaban mantener la competitividad del equipo con resultados dispares. Los buenos resultados garantizan armonía con la grada, pero los peores directivos son los que toman peores decisiones, extranjeros o no.

Los Glazer. Sin embargo, lo de los Glazer es un caso curioso. Se acaba de cumplir una década de su llegada. Los aficionados predijeron la ruina del United, muchos dejaron de ir a Old Trafford y hasta se creó un equipo con los desencantados, el FC United of Manchester. Los Glazer endeudaron al club (con casi 900 millones de euros) para adquirirlo, pero no ha supuesto una menor competitividad en el campo: los resultados tienen que ver con una falta de renovación de ideas y de plantilla al final de la era Ferguson. El United tiene más de 300 millones de euros para invertir en el mercado de fichajes si lo necesitan.

Crecimiento. Por eso hace dos veranos tuvieron conversaciones con Cesc, Cristiano y Bale y David Moyes creía que podía convencer a dos de los tres. Por dinero no iba a ser. El United cuenta con una oficina comercial en Londres con 80 empleados y están creciendo comercialmente en los últimos cinco años a un ritmo que sólo supera el Barça. Al margen del enriquecimiento del club, los Glazer han ganado 360 millones de euros en la bolsa de Nueva York. Gana todo el mundo, pues, pero la mayor parte de la afición preferiría que volvieran por donde han venido. Me da que lo que les molesta a los aficionados es que les quiten el club de sus manos. Pero parece que es demasiado tarde para impedirlo.